viernes, 21 de diciembre de 2012

Consejero impune

De tres olas turbulentas la infancia emerge,
alerta la historia se resume en el ímpetu
soñado en cinco años.
Modificador de lo visible que lo sensible
toca con sus manos despiertas,
una tensión real viste su cuerpo,
enfrentando lo ideal en su conciencia,
novedades creando que alimentan
un hábito intranquilo, a través
de impurezas cotidianas.
Mastica la tortura por el beso del aire,
la ruta del talento la calidad absuelve,
al abrirse sus alas a la sonrisa de un espacio,
asimismo, belleza hecho en dos palabras.
Tiñe su embriaguez la página, opta vivir
en un mar desesperado,
mas asciende envuelto en carne y alma,
ungido por la verbal sustancia del instante.
El último pétalo inició su llegada,
con el aplauso duodécimo de un grito,
de un hito nuevo creado hacia el trayecto:
De la invención sublime en lo moderno,
pero alegre el destino se levanta,
sostenido por dos números iguales,
abriendo el camino que no cesa
en el canon de la vida sin escala.

Autor: Andrés Toribio