martes, 5 de febrero de 2013

A través de tu senda

El ritmo del torso me guía,
andando cada huella dejada
por tus pies,
por los respiros sordos
navegando en tu cuerpo,
mientras gime la noche temblorosa
en mitad de la hora nacida
en el silencio.

Continuo subido en el anca,
trepidando sin remos en cada
senda verde,
pero atado al deseo diseñando
el destino.

No es grato el camino de los
fingidos besos,

por eso, siempre busco
en cada paso firme:
la mujer de mis sueños
en la hora nocturna.


Por: Andrés Toribio.