viernes, 9 de enero de 2015

Aumento del deseo


Una queja, sí, una queja perdida
en el carril me llama: estoy
cansada, yo la escucho con su pálido
sufrir  en el invierno,

las primeras  horas le dicen buenos días,
con mi silencio  escucho cada sílaba
salida de sus llantos,

pero me estremecen
los ruidos de su junio sobre el vagón
perdiendo los saludos. 

Era la 240 del primero en la sierpe,
atada al mismo sendero de mis labios
continúa transitando sin demora,

montada en las cuerdas de hormigón,
armados los dos por el deseo,
detuvimos la marcha trepidante.

Pero un suspiro abrió la puerta,
un paso adornó el talle
descendiendo su dolor
en cada eslabón de mi dos piernas.



 Por Andrés Toribio
 Para Primi.







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